Compañeros, llegar a la instancia de un Paro nacional, presupone que existe una injusticia la cual debe ser salvada.
Un Paro nacional, por la causa justa que fuere nunca puede ser motivo de alegrías o festejos hasta que no se resuelva favorablemente el conflicto, hasta que no concluya la injusticia implícita, hasta que todos los trabajadores afectados en sus derechos sean reconocidos en los mismos.
Hasta que eso no ocurra no se debe brindar y mucho menos con agua mineral.
Lo que sí se puede y se debe festejar es un Acto Político, porque, más allá de la postura que uno tenga, que se puedan expresar políticamente todos hace al crecimiento de nuestra Democracia. Pero según tenía entendido esto no es un acto político sino gremial ¿o entendí mal?
Sobre el Paro que sumó, como nunca antes se ha visto en la historia obrera nacional, la adhesión de la
Sociedad Rural, simplemente decir que QUE BUENO QUE SE RECLAME POR MEJORAR LO LOGRADO, en contraposición a los tradicionales reclamos de aumento de salarios, rescate de obras sociales, descongelamiento de las jubilaciones, y sobre todo el reclamo por fuentes de trabajo dignas para millones de desocupados empobrecidos por políticas neoliberales que hundieron al país en la peor de sus crisis.
Y tal como ocurriera con la marcha cacerolera liru la, y a pesar de ser gobernados por una dictadura (
de los votos), los compañeros camioneros han podido cortar las rutas en paz, sin ser molestados, más allá de que muchos de los que pasearon ollas el 8deN hoy reclaman la presencia de las fuerzas del orden. Contradicciones de los individualitos caceroleros que se le dice.
