Lo que más destaco es como se dejó atrás al "héroe de Bronce", centrándose en el ser humano y en su búsqueda del ideal a pesar de estar sumergido en la peor de las miserias. Y no hago referencia a la miseria material y o de salud por la cual atravesó Belgrano hasta su muerte, sino de la miseria que presupone el estar librando una batalla por la libertad y la independencia y que muchos a su alrededor estuvieran matandose entre ellos en una guerra civil.
Y uno ve nombres históricos como Dorrego, Lamadrid, etc, que luego pasarán a ser enemigos, Dorrego fusilado por Lavalle (quién cruzó Los Andes junto a San Martín), y Lamadrid presenciando ese fusilamiento.
Que rica es la historia cuando se relata sin censuras, mostrando a los hombres que hicieron historia con sus aciertos y con sus errores, con sus miedos y con sus defectos. Es la única forma de entender realmente desde donde venimos, quienes somos.
Cuando la historia es simplemente un desfile caballos blancos sobre pedestales de mármol, es cuando perdemos la identidad como pueblo.
Los héroes reales mueren definitivamente cuando en la memoria quedan como intersecciones de una ciudad o pueblo.
Bueno, sin más preambulos:
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