En este país ya no solo te secuestran por tener dinero, un auto de lujo, o simplemente por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada.¿Y ahora como salgo a la calle?
Me tendré que comprar una máscara, o hacerme una cirugia para ocultar este hermoso rostro que Dios me dió.
Nota e imágenes de La Capital
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